El DLM es una movilización manual del sistema linfático que se realiza de una forma rítmica, suave y secuencial, con la finalidad de desplazar y redirigir la linfa (sustancias que arrastra toxinas, gérmenes y células de desecho, que se encuentran estancadas) a los territorios linfáticos sanos para la evacuación normal hacia el torrente venoso.
Actúa estimulando la circulación de los fluidos del cuerpo.